El cáncer de próstata es un cáncer de la glándula prostática, que se encuentra en el aparato reproductor masculino. La glándula prostática segrega el líquido que nutre y ayuda a la movilidad de los espermatozoides.
Aunque es posible no experimentar ningún síntoma, la mayoría de los síntomas se manifiestan al orinar. Algunos ejemplos son la incapacidad de mantener un chorro de orina, la retención urinaria y la urgencia excesiva de orinar por la noche. Los síntomas no urinarios del cáncer de próstata incluyen: dolor óseo, eyaculación dolorosa y pérdida de apetito.
Diagnóstico del cáncer de próstata
Las pruebas de cribado de próstata ayudan a detectar el cáncer de próstata aunque no haya síntomas. Existen dos tipos de pruebas de cribado prostático: el análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA) y el tacto rectal (DRE).
Análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA)
El PSA es una proteína producida por el tejido canceroso y no canceroso de la glándula prostática. La concentración de PSA en la sangre sirve al médico Urologo para saber si una persona corre o no riesgo de ser diagnosticada de cáncer de próstata. Una concentración elevada de PSA indica un mayor riesgo de ser diagnosticado de cáncer de próstata.
Tacto rectal (DRE)
El DRE es una prueba mediante la cual se examina la próstata a través del recto. El médico Urologo podrá determinar si existen cambios anormales en el grosor o la forma de la próstata. Los DRE no pueden detectar ni diagnosticar el cáncer de próstata. Sin embargo, sirven como medida preventiva para detectar cualquier anomalía y ver si sería necesario un análisis de sangre de PSA.
Tratamiento del cáncer de próstata
El tratamiento del cáncer de próstata depende de la gravedad y el estadio del cáncer. El médico Urologo le recomendará el método de tratamiento más adecuado para usted, teniendo en cuenta su estado general de salud y sus preferencias personales. Los tratamientos del cáncer en estadios tempranos incluyen: cirugía para extirpar la glándula prostática (prostatectomía) y radioterapia: uso de rayos de alta energía para erradicar las células cancerosas.
A medida que el cáncer crece, puede extenderse a otras partes del cuerpo. Si el cáncer se extiende o reaparece después de la remisión, es posible que necesite un tratamiento más profundo. Los tratamientos avanzados del cáncer incluyen Quimioterapia para destruir las células cancerosas y terapia hormonal que inhibe o reduce el número de andrógenos (hormonas masculinas) producidos, para retrasar o detener el crecimiento y la propagación de las células cancerosas.
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Dr. Franco Fagetti